Los cálidos rayos del sol pueden sentirse maravillosos sobre la piel, pero ¿qué ocurre realmente cuando nos bronceamos? Cuando la piel se expone a la radiación ultravioleta (UV), reacciona produciendo más melanina, el pigmento que le da color a la piel, en un intento de protegerse.
Este proceso nos broncea, pero también daña el ADN de la piel, lo que con el tiempo puede provocar envejecimiento prematuro y un mayor riesgo de cáncer de piel.
La radiación UV se divide en UVA, que penetra profundamente en la piel y causa arrugas, y UVB, que es el principal culpable de las quemaduras solares y el cáncer de piel. Aunque el sol nos aporta vitamina D y energía, es fundamental tomar precauciones, especialmente en ciertas regiones del mundo.
¿Dónde es más fuerte el sol?
La radiación UV es más intensa cerca del ecuador y en altitudes elevadas. Algunos de los lugares con mayor exposición al sol son:
☀ Australia y Nueva Zelanda – Famosos por su agujero en la capa de ozono y su alto índice UV, lo que hace que los daños solares sean un gran riesgo.
☀ Perú y Bolivia – Las grandes altitudes en los Andes aumentan la exposición a la radiación UV.
☀ Tailandia y Filipinas – Cercanos al ecuador, donde el sol se encuentra casi en su punto más alto al mediodía.
☀ Dubái y Arabia Saudita – El clima desértico y la arena reflectante intensifican la radiación solar.
☀ Región ecuatorial de África (por ejemplo, Kenia y Tanzania) – Su proximidad al sol significa niveles de radiación UV constantemente altos.
¿Quieres disfrutar del sol de manera segura? Usa siempre protector solar, busca sombra en las horas de mayor intensidad y no olvides las gafas de sol y un sombrero. ¡Cuida tu piel! 🌞😎